top of page
Buscar

Decir “NO” también es un acto de amor Limites en la infancia

Foto del escritor: Lic. Sony MártelLic. Sony Mártel

En mi experiencia como terapeuta, me he encontrado con personas que llegan al consultorio en busca de resolver problemas conductuales de sus hijos en la primera y segunda infancia ( Los padres en mención suelen tener ciertas confusiones sobre el establecimiento de límites a los jóvenes sin que estos afecten su estabilidad emocional.  Pues bien, para esclarecer este tipo de confusiones hay que primero identificar que los límites:


*NO SIGNIFICAN: lastimar física o emocionalmente, tampoco es sinónimo de golpearlos o transgredir sus derechos.


*SIGNIFICAN: Orientar y brindar al menor, seguridad para que sepa hasta dónde puede llegar sin arriesgar su seguridad física, emocional y social.


Hay que hacer visible que un menor aún no tiene el suficiente criterio para conocer por sí solo sus límites, valores, o reglas. También es probable que los primeros interesados en que los jóvenes posean la capacidad de tomar decisiones que los hagan felices, depende de sus mismos padres. Decir “no” también es un acto de amor, el niño o el adolescente, requiere de padres que lo sostengan y le den un soporte Psicoemocional, ya que a su temprana edad necesita que se le brinde seguridad, lo que a su vez le permitirá lidiar con su propia frustración, para construir una relación de poder y firmeza basada en el amor ¿Quién mejor que los padres para orientarlo a enfrentar estas emociones?

A lo largo de los años, me he encontrado con un patrón de pensamiento en los niños: “¿Si mis padres no me ponen límites, ni me otorgan una línea de seguridad, porque alguien ajeno a este entorno lo va a hacer?”.


Lo anterior ha sido más recurrente en niños que tienen conductas agresivas en el colegio, principalmente con sus compañeros o maestros, son desafiantes ante las autoridades, padecen de poca tolerancia a la frustración. La consecuencia de ello es que tienden al aislamiento y a la baja autoestima.


ESTABLECER LIMITES

La importancia de establecer límites es una estrategia para fortalecer la confianza en el menor; por ejemplo, la instrucción “pórtate bien” lejos de no ser clara, es ambigua y da lugar a una interpretación que el niño aún no concibe; en su lugar podríamos establecer una instrucción clara como “no sueltes mi mano al estar en el supermercado”.


Otra recomendación es brindar opciones para tener un mismo resultado, por ejemplo, “es hora de hacer la tarea, prefieres que empecemos con matemáticas o con español”, al final el objetivo se está logrando sin imponer como tal una conducta inflexible. Hay momentos evidentes para poner límites claros y firmes, por ejemplo, en los casos de que el menor haya infringido en algo que puso en peligro la seguridad de él o la de su entorno, es de suma importancia que los padres se muestren seguros y claros del objetivo a lograr como: la seguridad al hablar, ser claros en las instrucciones y en las palabras que se utilizan.


Otra forma de establecer limites es mantenernos al margen, por ejemplo, “Son las 4, hora de hacer la tarea”, el conflicto del niño estará entre él y el reloj, ya que de manera disciplinada las horas son las que “marcan” las responsabilidades, sin negociar con ello.


Explicar el porqué de algunas de nuestras reglas también suele ser un método eficaz en el seguimiento de estas, así como sugerir alternativas a sus deseos para reconocer la importancia de estos, y enseñar la importancia que tiene el hecho de expresar sus emociones y deseos. Por último, la constancia es la clave para reforzar cualquier conducta, los menores, siempre buscan de alguna u otra manera romper las reglas; para evitar ello es menester ofrecer un entorno ordenado, con reglas estructuradas y rutinas establecidas; en las cuales el menor las tome con sentido de responsabilidad.


La figura de los padres es la que brinda en nuestra psique un marco de realidad, que les ayudará para afrontar más adelante el “mundo adulto”. El día de hoy está en tus manos ayudar a entender a tus hijos emociones tales como: la frustración, el enojo; y la conciencia para reconocer cuáles son las figuras de autoridad y restricción; ofreciéndole herramientas que le permitan fortalecer su personalidad, más adelante ser adultos asertivos, con habilidad para tomar decisiones, seguros, y amorosos.

Comments


bottom of page